
Año tras año vemos cómo arriban a nuestro país nuevos modelos de vehículos que vienen a conquistar el paladar tuerca de todos los chilenos. Los años pasan, los modelos también; algunos llegan con sendas actualizaciones, algunos cambian por completo, otros dejan de fabricarse y otros solo mantienen su exitosa plataforma.
Si uno mira más atrás en el pasado, vemos modelos que ya no existen o bien versiones de algunos vehículos modernos, pero con tantas diferencias que parecen ser 2 autos diferentes.
Para muestra un botón, el Hyundai Accent de fines de los 90 no tiene punto de comparación con la versión actual. Más allá de las tendencias de la industria, las marcas buscan hacer autos que duren en el tiempo y en algunos casos han logrado con éxito esa misión.
No es raro encontrar autos de principios de este siglo o de fines del anterior, que de alguna u otra forma siguen siendo confiables, solo que con muchas menos prestaciones que los vehículos que vemos hoy estrenarse en las concesionarias.
¿Quieres un auto viejo? Revisa primero todos sus antecedentes solo con su número de patente.
Tenemos, por una parte, los autos cero kilómetro, que en este caso son del año 2025; están los seminuevos que tienen como máximo 3 a 5 años de uso y que normalmente tienen su garantía vigente, a punto de expirar o que venció hace poco.
Un auto seminuevo relativamente bien mantenido y cuidado debería tener las mismas capacidades que uno cero kilómetro, pero a un valor bastante menor. Más atrás, entre 3 y 10 años de uso, podemos hablar de un auto usado.
Para que sepas, un auto con 10 años de antigüedad, de uso diario, tendrá tranquilamente entre 180.000 y 220.000.
En estos casos, influirán varios factores en el estado real del vehículo. Si está bueno o no un vehículo con 10 años de uso, dependerá de:
Al mismo tiempo, un vehículo de 10 años de antigüedad, estará bien deteriorado si es que:
A la vez, hay usuarios que en lugar de hacer las mantenciones preventivas correspondientes, hacen mantenciones correctivas. Es decir, atacan los problemas cuando producen una falla y no antes de que ocurra.
Así, un auto con 10 años de antigüedad o más, ya es considerado un auto viejo, que debe respetar la restricción vehicular en una buena parte del invierno en Santiago y que va a depender del o los dueños que ha tenido si está en buen estado o no.
Recuerda que un auto con más de 150.000 kilómetros de antigüedad ya está pidiendo varias mantenciones más importantes, que de no haber sido realizadas a tiempo podrían ocasionar un daño irreversible en el motor, o peor aún, algún accidente, si por ejemplo no se hizo una buena mantención de frenos.
Como decía la canción de Jarabe de Palo, “depende, de según como se mire todo depende”. Si eres una persona que le gusta la mecánica, o al menos tienes afinidad para entenderla, podrías tener un auto viejo, pero considerando algunas cosas.
Hay autos con una devaluación grande, como algunas marcas de lujo, puesto que sus reparaciones y mantenciones son tan caras que pocos quieren arriesgarse a encontrarse con sorpresas. A la hora de vender un auto viejo, olvídate de la devaluación, es el precio que debes pagar por haberte comprado un auto usado.
En general, en la industria de Chile y en todos los países, hay autos bien usados que de igual manera siguen respondiendo bien a exigencias básicas, tales como moverse de la casa al trabajo o ir a un paseo relativamente cerca durante el fin de semana.
Ejemplo de estos vehículos, hay varios exitosos y que han pasado o siguen en el mercado. Por nombrar algunos, tenemos:
En general son todos modelos confiables y de gran prestigio. Si son bien cuidados y mantenidos, podrían ser lindas joyas, que algo llamen a la nostalgia.
Un punto en contra puede tener que ver con las mantenciones preventivas/correctivas. Es por esto que decíamos que es bueno tener cierta afinidad con la mecánica, porque a veces hay autos viejos que aun siendo buenas máquinas, tienen ciertas “mañas” o mantenciones recurrentes que si no haces, te podrían traer malos ratos.
En este caso, es bueno hablar con el dueño e intentar que se sincere de esas cosas; por ejemplo, algo común son las pequeñas fugas. Por mitológicas razones, hay fugas de aceite que por alguna extraña razón nunca sanan del todo y pese a un buen funcionamiento, alguna gotita se verá por ahí.
Si estás atento, puedes revisar los niveles de lubricante, rellenar cuando corresponde y listo, no habría mucho más de qué preocuparse.
Si quieres un auto viejo y lo vas a usar para caminos de tierra, jeepeo o viajes de más de 100 kilómetros en carretera, entonces ármate de paciencia porque, aunque el paseo sea un agrado, alguna pieza del auto podría resentirse más de la cuenta.
Hay que estar atento siempre; si eres alguno de los que baja el volumen de la radio para escuchar ese ruidito extraño, eso está bien, es porque estás atento a cómo se comporta el “bólido”.
Si es un SUV o camioneta 4x4, podrías buscar pequeñas cicatrices que te podrían decir si efectivamente jamás fue jeepeado o no:
Si el auto viejo será de uso diario, puede ser recomendable comprarlo para usarlo fuera de la región Metropolitana, pues nadie querrá lidiar con la restricción vehicular en invierno, que es bastante estricta con vehículos de más de 10 años de antigüedad.
¿Quieres un auto viejo? Revisa primero todos sus antecedentes solo con su número de patente.