Hablamos de una buena convivencia vial, cuando los conductores, los peatones, pasajeros de transporte público y todo tipo de usuarios de la vía pública pueden respetarse entre todos.
Con el respeto por los demás, la interacción será armoniosa y por consiguiente aumentará la seguridad, disminuyendo accidentes o riesgos innecesarios.
Respeta las señales del tránsito y la preferencia que pueda tener la otra persona. Solo así, las calles estarán alejadas de accidentes de tránsito.
Para que todo esto resulte bien, haya seguridad y convivencia vial, es importante que exista educación vial.
En el nuevo Libro para la Conducción, estrenado por Conaset y en el que se basa el nuevo examen para obtener la licencia de conducir, se refiere a todo esto y aquí te contamos.
Consulta las multas de tránsito de un auto usado: Multas TAG, multas en el JPL, multas anotadas, infracciones en vías exclusivas, multas por restricción vehicular y más.
Sin educación vial, difícilmente habrá seguridad vial; esa es la cuestión. Hablamos de educación vial cuando existe “adquisición de valores imprescindibles para la conducción”, sostiene el Libro para la Conducción.
Es decir, hay educación vial, cuando el individuo adquiere hábitos con actitudes positivas y colaborativas, como el respeto a la vida propia y de los demás.
También se dice, que tener una buena educación vial, implica ser solidario, saber perdonar, comprender y tolerar al resto. Enfrascarse en una discusión en el taco, o en el semáforo, carece de todo sentido.
Especialistas destacan que un alto grado de estrés, hace a una persona más irritable. El tránsito y la pérdida de tiempo, en una ciudad grande, sin dudas, es estimulante de conflicto, pero no lo justifica. Como dijimos, educación vial para una mejor seguridad vial.
Es muy destacable manejar el estrés y saber incorporar las normas de comportamiento de la ley de tránsito. Es recomendable que los individuos conozcan lo que dice cada una de las señales y letreros en el camino.
Todo esto tendrá “el fin de contribuir a la seguridad vial”, sostiene el Libro para la Conducción.
El objetivo de cultivar una buena seguridad vial, es eliminar por completo la ocurrencia de siniestros de tránsito. Esto implica reducir los accidentes a su mínima expresión y también minimizar las consecuencias.
Para que todas las personas ayudemos a eliminar al máximo todos los siniestros, tenemos que tener una “adecuada y real percepción del riesgo”.
Esto implica ser consciente del riesgo que uno toma cada vez que maneja.
El Libro para la Conducción, afirma que la mayoría de los conductores tienen una percepción de riesgo menor del que de verdad existe, por lo que es fundamental dimensionar la responsabilidad de estar al volante.
El ser humano no es perfecto… nada es perfecto. Todos estamos expuestos a un accidente, por lo que un comportamiento incorrecto o una imprudencia, podría provocar un siniestro.
Cualquiera de nosotros, incluido Max Verstappen de la Fórmula 1, podría equivocarse. Mil ojos, siempre.
La imprudencia al volante y la falta de práctica para quienes comienzan a manejar, son los mayores factores de riesgo en términos generales. Existe ese pensamiento erróneo del ser humano, que cree que nunca le va a pasar nada. No pasa, hasta que pasa.
Hay que eliminar la idea que “los siniestros de tránsito solo le ocurren a los demás”, sostiene el documento de Conaset y agrega que “los siniestros tienen en su mayoría poco de accidentales”.
Manejar a la defensiva y ser consciente de los riesgos de forma objetiva, puede contribuir con fuerza a la seguridad vial.
La mayoría de los siniestros son evitables, sería bueno que no te creas un as al volante y no hagas lo siguiente:
No respetar una luz roja o un paso peatonal, no es solo una infracción de tránsito, sino que también es un atentado contra la convivencia vial. Pones en riesgo tu vida y la de los demás.
Realizar alguna acción o factor de riesgo al volante, atenta contra el principio de confianza en la conducción.
Todos nosotros esperamos que ese auto que viene ahí va a respetar un ceda el paso, se detendrá en la luz roja o señalice al doblar. Cuando alguien hace algo inesperado, es donde podría ocurrir un accidente.
No atentes contra el principio de confianza en el entorno vial. Es fundamental que alertes al resto, respecto de lo que harás. Ubícate bien para virar de una vía a otra, adelanta como corresponde, señaliza, frena gradualmente y detente o da la preferencia cuando corresponde.
Se conoce como entorno vial, el lugar por donde circulan los vehículos y todas las personas involucradas en el tránsito: conductores, acompañantes, pasajeros, ciclistas y peatones.
Para que el tránsito sea ordenado, seguro y sin siniestros, o los mínimos posibles, es fundamental respetar el principio de confianza que te contamos recién. Solo así se mantiene un entorno vial saludable.
Para tener un entorno vial armonioso, con pocos accidentes o mejor aún, ningún siniestro, hay que tener ciertas conductas clave para cuidar de la convivencia vial, en un entorno 100% seguro.
El Libro para la Conducción destaca varios consejos clave para una buena convivencia vial, tales como:
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